Paso uno: congela tu pastel
Cubre tu pastel con glaseado de crema de mantequilla. Colócalo en la nevera y deja que se enfríe durante al menos una hora.
Paso dos: preparar las plantillas
Decide qué plantillas vas a usar en tu pastel y lávalas antes de usarla. Es posible que tengas que recortar las plantillas con unas tijeras para que encajen en el pastel. Luego toma tu plantilla y cúbrela ligeramente con una capa de manteca, ya que esto permitirá que se adhiera al pastel.
Paso tres: coloque la plantilla en el pastel y agregue glaseado de crema de mantequilla
Una vez que su pastel helado de crema de mantequilla se haya enfriado, sáquelo del refrigerador. Puede colocar un trozo de cera o papel pergamino en su pastel con una capa delgada de manteca en el lado del pastel para evitar manchas y darle un lugar para descansar su mano.
Tome su plantilla y colóquela en su pastel, con la manteca hacia abajo. Tome una manga pastelera de glaseado y complete cuidadosamente la plantilla con el color deseado de crema de mantequilla. También puede usar una espátula de glaseado para suavizar suavemente el glaseado.
Paso cuatro: Retire la plantilla
Retire con cuidado la plantilla del pastel. Si alguna de las plantillas mancha el pastel, tome con cuidado un cuchillo para quitarlo. Limpie el exceso de glaseado de la plantilla. Repita hasta que haya alcanzado el diseño deseado en el pastel.
Puede usar solo una espátula para pasteles al glasear la plantilla. Solo tenga cuidado de no esparcir accidentalmente el glaseado debajo de la plantilla mientras la rellena. El uso de la manteca actuará como un pegamento y ayudará a mantener la plantilla en su lugar, así que asegúrese de poner un poco para disminuir la posibilidad de que la plantilla se resbale.