Prepare la sartén y precaliente el horno - Precaliente el horno a 350 grados Fahrenheit. Engrasar el molde con aceite en aerosol y también espolvorear con harina.
Batir la mantequilla, el queso crema y el azúcar: con una batidora eléctrica usando un accesorio de paleta, bata la mantequilla, el queso crema y el azúcar a velocidad media. Bate la mezcla durante 4-5 minutos hasta que esté suave y esponjosa. Raspe los lados del tazón de vez en cuando para asegurarse de que la mezcla se combine completamente.
Agregue los huevos y los extractos: agregue los cuatro huevos a la mezcla de mantequilla, uno a la vez, batiendo bien después de agregar cada uno. A continuación, agregue el extracto de vainilla y también el extracto de almendras.
Batir los ingredientes secos y agregar el suero de leche: en un tazón mediano, mezcle la harina y el polvo de hornear hasta que se mezclen. A continuación, agregue la mezcla de harina con cuidado a los ingredientes húmedos. Alterne agregando la mezcla de harina y también el suero de leche a la mezcla de mantequilla, mezclando bien después de cada adición.
Vierta la masa en el molde: vierta un tercio de la masa preparada para bizcocho en el molde. Vierta ocho cucharaditas de glaseado de fresa en la masa y use una brocheta de madera para revolverla. Repita agregando la masa y el glaseado de fresa por más tiempo, luego cubra con la masa restante.
Hornea el pastel: hornea el pastel durante 70 minutos o hasta que un palillo clavado en el medio salga limpio. Deje que el pastel se enfríe en el molde durante 15 minutos después de hornear. Después de hornear, deje que su bizcocho se enfríe sobre una rejilla.
Prepare el glaseado y decore el bizcocho de fresas con queso crema: en un tazón pequeño, mezcle el azúcar glas y el suero de leche hasta que quede suave. Luego, rocíe el glaseado sobre el pastel enfriado y cubra con fresas frescas.